El pasado mes de noviembre, el ayuntamiento de Velez-Málaga, en colaboración con la Asociación Caminos, presentó la innovadora iniciativa “Restauración del respeto a través de la educación musical”.
Esta iniciativa está dirigida al profesorado y con ella se
pretende mejorar la inclusión social de los jóvenes utilizando una metodología
basada en la música que fortalezca la relación entre los alumnos y sus
profesores. Pretenden, por un lado, acercar la cultura a los jóvenes, evitando
así su exclusión social y, por otro, también a través de la música y la danza,
capaces de conectar diferentes culturas, fomentar la inclusión de los
migrantes.
Este proyecto puede ser una gran idea.
Hablando de jóvenes no migrantes, partimos de barrios
desfavorecidos, con jóvenes poco motivamos por la educación, que más temprano
que tarde terminarán abandonándola, lo que hará que sus posibilidades de
exclusión social aumenten, la falta de educación favorece la pobreza, pues los
empleos a los que podrán acceder en la mayoría de los casos estarán peor
remunerados. Si añadimos a todo este cóctel el ingrediente de ser migrante, la
situación empeora pues los jóvenes tienden a juntarse sólo con los de su propia
cultura, un poco por rechazo por parte de los jóvenes españoles y un poco por
falta de conocimiento del idioma, de la cultura, de la sociedad… en resumen del
país donde ahora viven y que hace que se sientan más seguros con sus
compatriotas o con otros migrantes que tienen sus mismos “miedos”. Al final,
este aislamiento, a lo único a lo que les va a llevar es a lo mismo que
decíamos para los jóvenes españoles, a la exclusión social y la pobreza.
El punto clave de esta iniciativa es jugar con algo que tiene
en común la juventud: la música; a todos los jóvenes les gusta, un tipo u otro,
más tranquila, más bailable… pero la música es una presencia constante en la
vida de prácticamente todos ellos. A través de ella lo que este proyecto pretende lograr es que esos jóvenes que se estaban alejando de la cultura
vuelvan a ella y que esos que creen que las personan de diferentes
nacionalidades no pueden mezclarse vean que sus músicas y bailes sí que lo
hacen ¿por qué no pueden probar a hacerlo ellos?
Si se consiguen realizar actividades realmente
motivacionales para la juventud de uno y otro ámbito, de hecho, creo que serían
realmente interesantes actividades que les englobaran a todos, creo que
realmente sí se podría llegar a una parte de ellos, no soy ingenua, no creo que
estas acciones tampoco vayan a ser la panacea y, de repente, todos vayan a
volver al instituto, pero si logran que algunos de ellos lo hagan, a mi modo de
ver ya habrán sido un éxito. A parte, estas actividades, creo que también
mejorarán la convivencia, al acercar a los jóvenes a la cultura de los
diferentes lugares de origen de sus compañeros.
Claramente esta iniciativa me parece una buena idea, si me
preguntasen, estaría a favor de ella. Su gran punto fuerte para mí es el hecho
de basar su estrategia en un elemento tan constante en nuestras vidas como la
música. La música está presente en nuestro día a día, aun cuando no nos demos
cuenta y es, en sí misma cultura; a los jóvenes es fácil verles escuchando
música, bailando… con lo que tratar de entrarles por esa vía me parece muy
acertado. Esto mismo creo que hace que, si finalmente se demuestra que este proyecto funciona, sea fácilmente exportable a otras zonas del territorio
nacional, adaptándolo, si hiciera falta, a las características culturales
propias de la zona.
Pero el hecho de que me parezca una buena idea, no
hace que no vea también los que podrían ser sus puntos flacos. El más relevante
para mí sería que los jóvenes pueden querer acercarse a la música, pero quizá
no tanto a esos que han sido sus profesores y de los que se han alejado, quizá
ahí yo establecería un puente intermedio con personal neutro.
En todo caso, el tiempo hablará y nos dirá si esta
iniciativa ha tenido o no éxito.
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